Me pasó otra vez... artistas, escritores, prefieren la melancolía a vivir.
Melancolía es vivir, claro, lo se, también soy un poco así. Quizá por eso me molesta. No se la juegan tanto, porque prefieren la incertidumbre, porque les da más letra, les da más arte. Uno tiene una duda y de esa duda se inspira. Se deja llevar por sus sueños, se hunde en su dolor, en su ausencia, en sus sentimientos profundos. Encontró la musa... y ahí se queda. Si da un paso más, puede desengañarse y perderlo todo, no a la persona, que en verdad nunca tuvo, sino a la musa. Al sueño inspirador.
Aman maś la musa que la realidad. La realidad puede ser tan linda también. Pero deteniéndonos en la ausencia, en el desamor, en lo que anhelamos y no tenemos, entonces tenemos vida para rato.
Y entonces nada pasa, más que el arte, más que ellos mismos.
Y del otro lado también uno se queda esperando... el mismo paso.
Como dice Dolina... “la duda es la vida, saber es morir”.
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