Directo en la panza

Una vez me dijo mi padre, sino sentís nada en la panza es porque no es para vos. Uff me pareció tan básico, me molestó, no sentía nada en la panza por el novio que tenía en ese momento, ¿eso significaba que no era para mí?
No lo se, igualmente no funcionamos y al tiempito cortamos y ahí si empecé a sentir más cosas por él, pero ya era tarde, la oportunidad había pasado.
Ayer vi a alguien y me dio directo en la panza. Lo veo y algo me pasa, empezando por unos nervios bastante claros.
A mi no me parece que ese pibe sea para mi, creo que está medio loco y sería un dolor de cabeza, pero lo cierto es que sí siento cosas cuando lo veo.
Nos cuesta un montón mirarnos a los ojos, y eso es todo un signo, me parece que le tenemos miedo a la transparencia. Se nos nota, somos transparentes cuando nos vemos, no sea cosa que nos demos cuenta que es mutuo y tengamos que aprovechar la oportunidad antes que se pase.

sueño hasta despierta

Cuestión es que se concretó… luego de revisar y revisar el Facebook esperando la respuesta a la invitación, llegó la hora de salir un poco y apagar la computadora. Cinco minutos después de hacerlo… llamada perdida en mi celular y por supuesto que era el susodicho.
Nervios nervios, respiro profundo mientras pienso cómo no escuché el celular y llamo.
- Ahh qué dice, pinta hacer algo hoy con la gente? Me dice.
¿Con la gente? Pienso yo, ¿qué gente? ¿Acaso ellos te invitaron para hacer algo también? Qué parte de: tengo segundas y terceras intenciones contigo no quedaron claras?
En fin… diplomacia total le digo que sí, que llamo a alguno. Quedamos en encontrarnos a la noche en una plaza para ir a escuchar un espectáculo de música. Me dijo que si me parecía bien iba con un amigo. Le dije: obvio.
Lo cierto fue que ambos llegamos solos oh casualidad.
“Todo dado” pensé, bien de bien.
Fuimos al lugar, escuchamos música, nos divertimos, charlamos.
No pasó nada, y cuando digo que no pasó nada fue, no me pasó nada (a él no se, dejo su parte para su propio blog).
Tal como pensé “mañana quizá quiera otra cosa”. Así no me va a ir muy bien me parece. Pero como escuché decir muchas veces estos últimos tiempos… no fluyó.
Hay gente que siempre se pregunta ¿qué es fluir? ¿Por qué todos dicen dejate fluir o dejá que fluya, qué quieren decir?
Pero si, esa sensación tiene que suceder. Sentir simplemente que eso está bien, que eso Es lo que tiene que ser en ese momento.
No sentí nada de lo que siempre sentía cuando lo veía.
Un poco agotador de mi parte… sueño mucho, sueño despierta. Él en mis sueños besa espectacular, en la realidad, no me dio gana.
Qué lindo poder integrar en mi vida mis ilusiones con la verdad.

Lo que dejo que la tecnología genere en mi.

Le mandé un msj por interno de facebook invitándolo a salir.

Tres horas mirando el mensaje escrito antes de poner “enviar” lo borré, lo escribí, lo borré, lo escribí y así sucesivamente como es de esperarse en estos casos.
Le terminé escribiendo con una sola palabra que resumía todo y Enviar.
Consecuencias: hace tres horas actualizo el facebook, lo dejé abierto, pero lo actualizo cada dos segundos a ver si llega la ansiada respuesta como si el facebook, tan inteligente él, no supiera actualizarse solo y mandarme notificaciones cuando algo sucede.

Si si si, así es, pero bueno, se que no soy la única y eso me hace sentir contenida. Estamos pasando por un momento de ansiedad unos cuántos a mi alrededor y yo le voy a echar la culpa a los avances tecnológicos.
Nos hemos acostumbrado a la inmediatez, todo queremos ya, porque casi todo se puede hacer ya, en términos de comunicación sobretodo.
Para mi hoy, un mensaje no respondido tiene una connotación absoluta de “no tenía ganas de responderte”. La frase “estaba sin saldo” en la era de la comunicación, no va más.
En fin, sería muy interesante darnos cuenta que las cosas a su tiempo son lo mejor, pero para qué, yo lo quiero ahora, mañana quizá quiera otra cosa.

incertidumbre

Me pasó otra vez... artistas, escritores, prefieren la melancolía a vivir.
Melancolía es vivir, claro, lo se, también soy un poco así. Quizá por eso me molesta. No se la juegan tanto, porque prefieren la incertidumbre, porque les da más letra, les da más arte. Uno tiene una duda y de esa duda se inspira. Se deja llevar por sus sueños, se hunde en su dolor, en su ausencia, en sus sentimientos profundos. Encontró la musa... y ahí se queda. Si da un paso más, puede desengañarse y perderlo todo, no a la persona, que en verdad nunca tuvo, sino a la musa. Al sueño inspirador.

Aman maś la musa que la realidad. La realidad puede ser tan linda también. Pero deteniéndonos en la ausencia, en el desamor, en lo que anhelamos y no tenemos, entonces tenemos vida para rato.
Y entonces nada pasa, más que el arte, más que ellos mismos.
Y del otro lado también uno se queda esperando... el mismo paso.
Como dice Dolina... “la duda es la vida, saber es morir”.